Pixar se hace respetable
"UP" de Disney/Pixar será la película que inaugure este año la 62ª edición del Festival de Cannes . Será la primera vez que una película de animación inaugure el festival, y se proyectará en 3-D.
Tras el anuncio, John Lasseter ha afirmado: "Estamos entusiasmados de que el Festival de Cannes haya escogido "UP" para abrir su prestigiosa noche de apertura. Esto es un gran paso para la animación y más apoyo para nuestra creencia de que una gran película de animación simplemente es una gran película."
Lasseter es ante todo alguien muy inteligente, y seguro que tiene muy claro que en realidad Cannes no le hace ningún favor con este gesto, sino que en realidad tratan de beneficiarse del prestigio internacional de Pixar. Festivales como Cannes -la Berlinale es otra cosa- necesitan además de críticos señudos, de la presencia de estrellas que alimenten el chascarrillo y la presencia mediática. La animación representa algo excesivamente extraño para ellos -no hay actores a los que invitar, sus estrellas no tienen ningún tipo de vida privada y se asocia peligrosamente a un entorno infantil. Así pues, si incluyen a la animación entre su programación, lo hacen después de ocho largometrajes de gran éxito entre la crítica, por lo que más bien parece que confiar en estrenar el festival con el noveno no debería suponer un riesgo para el festival.
Pero de ahí a suponer que Cannes valore positivamente a la animación, hay un largo trecho.
Éste es un minuto (en inglés) de metraje de la película que Pixar ha puesto en circulación.
Tras el anuncio, John Lasseter ha afirmado: "Estamos entusiasmados de que el Festival de Cannes haya escogido "UP" para abrir su prestigiosa noche de apertura. Esto es un gran paso para la animación y más apoyo para nuestra creencia de que una gran película de animación simplemente es una gran película."
Lasseter es ante todo alguien muy inteligente, y seguro que tiene muy claro que en realidad Cannes no le hace ningún favor con este gesto, sino que en realidad tratan de beneficiarse del prestigio internacional de Pixar. Festivales como Cannes -la Berlinale es otra cosa- necesitan además de críticos señudos, de la presencia de estrellas que alimenten el chascarrillo y la presencia mediática. La animación representa algo excesivamente extraño para ellos -no hay actores a los que invitar, sus estrellas no tienen ningún tipo de vida privada y se asocia peligrosamente a un entorno infantil. Así pues, si incluyen a la animación entre su programación, lo hacen después de ocho largometrajes de gran éxito entre la crítica, por lo que más bien parece que confiar en estrenar el festival con el noveno no debería suponer un riesgo para el festival.
Pero de ahí a suponer que Cannes valore positivamente a la animación, hay un largo trecho.
Éste es un minuto (en inglés) de metraje de la película que Pixar ha puesto en circulación.
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