El falso aviso de bomba de Boston cumple cinco años

Hoy se han cumplido cinco años del pánico desatado en el conocido como Boston bomb scare, uno de los acontecimientos más surrealistas de la última década, en la que se entremezcla animación e  historia.
Todo comienza cuando una empresa responsable del márketing de la película Aqua Teen Hunger Force, realizada a partir de la serie de Cartoon Network Adult Swim, decide realizar una acción de márketing en la calle con uno de los personajes y la ayuda de un artista de Boston llamado Peter Berdovsky.

Los responsables del márketing de la película idearon una acción con placas de LED estratégicamente  colocadas en puntos como estaciones de tren, zonas de gran visibilidad, semáforos, pasos de peatones, y tiendas importantes de diversas ciudades norteamericanas. Las placas de LED fueron colocadas por la noche y en secreto y su diseño recordaba a uno de los personajes de la serie, conectado con baterías y cables que iluminaban la placa como si fuera un grafitti iluminado.

A la mañana siguiente, a las 8 de la mañana, un hombre llama alertado a la policía tras identificar un extraño artefacto amarrado a un pilón de un paso elevado de Boston. La policía responde con un despliegue desproporcionado de bomberos, ambulancias, helicópteros, patrullas policiales, cámaras de televisión y una miríada de curiosos arremolinándose para ver qué ocurría. A partir de aquí se desata el caos. La policía no es capaz de identificar el artefacto y decide cerrar parte del transporte público y ciertas zonas de la ciudad y detonan uno de los dispositivos por precaución. La confusión continuó durante unas cinco horas hasta que un policía identificó al personaje de la serie, y se dieron cuenta de que se trataba de una acción publicitaria encubierta.
El escándalo desatado fue mayúsculo cuando se supo que la empresa de márketing responsable de la acción mantuvo todo en secreto y no avisó ni a la policía ni a su cliente hasta varias horas más tarde. Turner intentó desvincularse rápidamente de los sucesos, mientras que los medios de comunicación fueron muy críticos tanto con la acción de márketing como con la reacción excesiva por parte de los medios policiales, aunque tampoco ellos se libraron de todo tipo de críticas, por no ser capaces de dar una información adecuada en tiempo real, a pesar de las múltiples evidencias en diversos blogs de que se trataba de una falsa alarma.

El falso aviso de bomba de 2007 en Boston es indicativo de una época que ahora ya parece lejana, en la que los norteamericanos estaban particularmente obsesionados ante la posibilidad de un nuevo atentado y durante los cuales, el gobierno estadounidense utilizó la paranoia y el miedo para ignorar multitud de derechos fundamentales de los ciudadanos.

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