Ya está aquí "El ilusionista"


Por fin llega a nuestros cines The Illusionist (2010), último trabajo de Sylvain Chomet. El retraso en estrenarse en nuestro país resulta un tanto incomprensible si se tiene en cuenta el enorme prestigio de esta producción, que cuenta con una nominación al Oscar al mejor largometraje de animación 2010 o los premios al mejor largometraje de animación europeo del año y de la Asociación de Críticos de Nueva York.
Lo cierto es que esta producción, con un presupuesto final de once millones de libras, no comenzó con buen pie, a diferencia de Bienvenidos a Belleville (Les Triplettes de Belleville, 2003). Esta coproducción franco-británica está dirigida y escrita por Sylvain Chomet, prestigioso dibujante de cómics que debutó en el largo de animación en 2003 con la aclamada y exitosa Bienvenidos a Belleville (Les triplettes de Belleville). Chomet y su equipo han invertido más de cuatro años de trabajo y 12 millones de euros de presupuesto para hacer realidad este proyecto no exento de polémica y problemas continuos.
El Ilusionista se basa en un guión jamás filmado por el autodenominado “Quijote del cine” Jacques Tati. Chomet consiguió el permiso para una adaptación cinematográfica de manos de su hija, Sophie Tatie. La polémica se desató cuando la hija ilegítima de Tati trató de obtener un reconocimiento expreso en los créditos, al considerar que ella era la causa real del guión, acusando al animador francés de sacar a la luz una parte dolorosa del pasado de la familia. Esta opinión no fue nunca compartida por Chomet.

El argumento se basa en un guión nunca realizado por Jacques Tati y hasta ahora inédito, escrito en 1956. Tati es una de las figuras señeras del cine francés de la segunda mitad de siglo, heredero de la mejor tradición de la comedia del cine mudo y creador de un lenguaje fílmico propio. En su filmografía brillan obras emblemáticas de la talla de Día de fiesta (Jour de Fete, 1949) o Mi Tío (Mon Oncle, 1958), ganadora del Oscar a la Mejor Película Extranjera.

Mientras que la localización original de la historia transcurre en Checoslovaquia, se consideró mucho más interesante trasladar la producción al estudio escocés de Sylvain Chomet, Django Films, y ambientar la historia en el Edimburgo de la década de 1950.

Durante la producción, los problemas entre el productor Bob Last y el director, conocido por su pésimo mal genio, provocaron numerosos desencuentros y retrasos a una producción que había ido derivando hacia un nivel de perfeccionismo excesivo.
En la película llegaron a participar un equipo de trescientas personas y ochenta animadores, con abundantes hispanohablantes llegados en fases muy tempranas de la historia, como Juan Pedro Alcaide, Thierry Torres, Cristina Calles, Arturo Hernández, Mario Serrano, Manolo Galeana, Toni Mengual, Julián Villanua, Javier Martín Lapeira, José Cerro, Valentín Amador e Ignacio Ferreras, además del cofundador de Non Stop Barcelona Animation Juan Carlos Concha. El storyboard fue confeccionado durante dos años por un equipo de cuatro personas y tras cuatro años de producción y una fuerte expectación mediática, el film se estrenó finalmente el 16 de mayo de 2010 en Francia con excelentes críticas pero escaso éxito en taquilla.
A pesar de las diferencias evidentes respecto a Belleville, es indudable de que se trata de una de las producciones de animación más brillantes de los últimos años, sobre todo ahora que los grandes estudios de animación norteamericanos parecen haber perdido la creatividad de la pasada década y comienzan a abusar muy peligrosamente de la cómoda senda de las secuelas, y el cine europeo de animación parece vivir una pequeña crisis de identidad, con propuestas estéticas y discursivas casi contradictorias.
The Ilusionist sirve por tanto como punto final de los excesos de la pasada década así como lugar de reflexión de una forma de hacer cine de animación, cada vez más difícil de encontrar, pero por la misma razón, muy necesario y valiente en sus planteamientos y resultados.

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1 opinan:

. dijo...

Hace tiempo que quería comentar por aquí; en fin -al punto: Me han dado el puntapié para ver esta película que me traía indecisa. Gracias!