Siempre tiene que haber un conflicto (1)

El conflicto es uno de los elementos estructurales básicos de una historia narrativa, uno de los más estudiados en la dramaturgia de todos los tiempos (presente ya en la Poética de Aristóteles). Es por tanto uno de los elementos clave de una historia, uno de los pocos que, excepto en muy raras ocasiones, debe aparecer siempre en un argumento de ficción y de carácter narrativo de ficción (las historias no ficcionales, como los documentales, pueden no presentar conflicto alguno; de igual manera, argumentos no narrativos, abstractos, tampoco necesitan conflicto dramático).
Aunque pueda parecer obvio, en muchas ocasiones ocurre que los autores de una historia se olvidan incluir un conflicto o motivarlo bien. Esto se puede deber o bien a que están más concentrados en otros elementos de la historia o bien porque confían que la envoltura formal, tecnológica, etc de la historia es tan sorprendente, que nadie se dará cuenta. Craso error.
Algunos ejemplos de esto pueden encontrarse en muchas series de animación. Por poner un ejemplo muy conocido, muchos capítulos de series de anime japonés, como "Bola de dragón", prolongaban las batallas durante varios capítulos de una forma bastante artificial.

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El conflicto desaparecía aquí en función de los típicos clichés de las series de animación asiáticas.
Por otro lado, en algunas series para público preescolar, a menudo no hay conflicto, porque se considera que las historias no deben perturbar a sus espectadores objetivo. En este caso, se trata de una malinterpretación de la idea de conflicto, ya que incluso se han de plantear conflictos sencillos en la trama de preescolares.

Otro buen ejemplo de historia sin conflicto suelen ser los cortometrajes hechos por estudiantes de animación, que con la intención de demostrar todas sus habilidades suelen olvidar de incluir un conflicto. De esta manera, sus historias se convierten en bonitos ejemplos de sus habilidades como animadores, los maravillosos escenarios creados, originales puestas en escena y elaborados planos. Este tipo de historias puede que les permitan a sus autores encontrar rápidamente un trabajo en la industria pero para el resto de los espectadores se convierten en historias que se olvidan rápidamente.
El siguiente corto, "Invasions" de Clement Morin, es un buen ejemplo de este tipo de historias fallidas.

Posiblemente, "Invasions" hubiese ganado en impacto con una duración menor, pero su autor probablemente prefirió demostrar todas sus habilidades técnicas a lo largo de los seis minutos que dura el cortometraje.
Esto nos da una pista de cuando una historia puede funcionar sin conflicto. Algunos buenos ejemplos se encuentran sobre todo en cortometrajes de escaso formato. "Alien's song", uno de los videos de animación más reenviados a comienzos de la década anterior, se apoya básicamente en un único gag, motivado por la canción "I will survive" de Gloria Gaynor.

Si la duración del cortometraje se hubiera estirado mucho más, la historia no se hubiera mantenido sin conflicto alguno.
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2 opinan:

She-Thing dijo...

hola, gracias por compartir- muy informativo.
También el tema del conflicto se puede reflejar en nosotros, de proponernos un proyecto, un conflicto. Crearnos nuestro conflicto, que hay que trabajar en algo que va ser difícil pero no imposible. Lástima que a veces los creadores no sepan representar la dificultad, el conflicto que es para superar los baches para cumplir nuestro mayor deseo.

Bueno pues nada... me parecen interesantes éstas "teorías"... aclara las ideas :)

Sam dijo...

Muchas gracias. No te pierdas el post de mañana, en el que aparece la segunda parte sobre los tipos de conflictos existentes.