Profesiones: Director de animación

El director es el responsable creativo del proyecto, la persona encargada de conseguir llevar a buen puerto la idea hasta el final, manteniendo un control y una visión global de todo el proyecto, generalmente desde sus primeros estadios de producción hasta que el proceso está acabado. En las primeras fases trabaja estrechamente con el productor, el guionista y el diseñador de producción. Es responsable de supervisar y aprobar el guión, el storyboard, la animática y el diseño global en la fase de preproducción, así como del reparto de las distintas escenas a los diferentes equipos en producción. También se encarga de incorporar los comentarios y cambios del cliente y del productor a la visión global.
Un buen director tiene que ser conscientes de cualquier limitación o restricción que pudiera afectar a la producción, así como responsabilizarse de cumplir tanto los plazos como el presupuesto frente al productor y a los clientes.
El director de animación tiene responsabilidad creativa frente a todos los departamentos creativos, y su implicación en todas las unidades de trabajo es fundamental y muy activa. Con la producción en marcha, es el encargado de guiar, supervisar y aprobar el trabajo de los equipos de animación, de los fondistas y de los equipos de edición y de sonido, así como del compositor de la banda sonora. También puede estar encargado de realizar el casting de los actores que pondrán las voces, así como de su dirección.
Un buen director de animación necesita poseer creatividad, imaginación y gusto artístico, además de habilidades narrativas y conocimientos cinematográficos. También debe de saber gestionar un proyecto y tener cierta capacidad de liderazgo. Shamus Culhane comentaba en su libro "Animation from script to screen" que un director de animación siempre debe dar la sensación de calma y de tenerlo todo bajo control, ya que cualquier inseguridad o dar la impresión de dudar producía una gran angustia y ansiedad en los equipos de trabajo.
También es necesario que un director tenga excelentes habilidades de comunicación y presentación, y que sea capaz de cumplir los plazos y respetar los presupuestos. Deben tener un gran sentido del tacto y ser extremadamente diplomáticos para ser capaces de llegar a un equilibrio entre los deseos creativos y las necesidades de producción.
En determinadas producciones, pueden encontrarse dos directores: el director técnico, encargado de la supervisión de los departamentos técnicos, y el director artístico, que vigila a los departamentos de storyboard, fondos, layout y animación mientras que algunas series de animación pueden llegar a tener un director de diálogo y otro de animación.
A diferencia de otros puestos dentro de una producción de animación, un director de animación puede acceder al puesto directamente desde cualquier posición, incluso desde el ámbito académico, como graduados de animación con una idea o un proyecto muy estimulante que resulta de gran atractivo para un productor.
Algunos directores de animación famosos son Brad Bird  ("El gigante de hierro", "Los Increíbles", "Ratatouille"), John Lasseter  ("Toy Story", "Cars"), Hayao Miyazaki  ("La princesa Mononoke", "El viaje de Chihiro", "El castillo ambulante") o Bill Plympton  ("Idiots and Angels", "I married a strange person").