Entrevista a Francisco Antonio Peinado

Francisco Antonio Peinado (Sevilla, 1973) comenzó a trabajar en el mundo de la animación, tanto para cine como para televisión en 1992, desempeñando todo tipo de funciones: storyboard, animación, fondos y dirección de animación. "El príncipe de las basuras", corto de ciencia-ficción ambientado en una Sevilla habitada por robots y reducida a escombros, es su primer cortometraje, que en muy poco tiempo ha conseguido varios premios en festivales de cine y animación.

1. ¿Cómo fueron tus inicios en el mundo de la animación? 
Mi interés por la animación surge a finales de los 80 cuando apenas tenía catorce añitos y pude hacerme de mi primer ordenador personal. Durante unos años y me centré en el dibujo el cual me permitía desarrollar todo lo que tenía en la cabeza. En el proceso de aprendizaje del dibujo descubrí muchas tendencias artísticas, pintura, escultura, fotografía, grabado, que me permitieron concebir el dibujo de una forma más amplia. Pero las dos tendencias que más me marcaron y que a su vez más desarrollé fueron el cómic y la animación.
Aún no tenía ni tan siquiera decidido qué quería hacer y me salió la oportunidad de trabajar como dibujante intercalador. Y cuando me quise dar cuenta, ya llevaba seis meses trabajando y me ofrecieron trabajar como animador en una pequeña producción local. Fue todo muy rápido, en poco tiempo empecé a animar para producciones nacionales y europeas, generalmente como animador, aunque también hice storyboards y escenarios.
Fueron inicios duros, pero aprendí mucho y fue divertido.
Ví como la animación podía ser una forma muy interesante de contar historias, a la vez que era perfecta para avanzar en el aprendizaje del dibujo y me ofrecía la oportunidad de ganar algo de dinero.


2. "El príncipe de las basuras" ofrece una mezcla muy interesante entre 3D y animación tradicional. De hecho, tu próximo trabajo lo realizarás en 3D, aunque eres un enamorado confeso de la animación tradicional. ¿Qué te interesa de cada técnica?
Las 2D me permiten mucha flexibilidad, un control estético total. No hay límites. Todo puede pasar, todo es como tú quieres en cada momento. Además, la síntesis gráfica sigue siendo mucho más interesante a la hora de crear personajes a un nivel de producción como el mío. Vamos, puedo hacer un dibujo de una mujer con pocas líneas y todo el mundo dirá que es una mujer, mientras que hacerlo en una técnica tridimensional es mucho más laborioso. El dibujo viaja mejor por el mundo de la simplificación, en 3D es más difícil. Pixar lo supo desde el principio y poco a poco van metiendo la figura humana pero siempre desde un punto caricaturesco, sintético, muy simplificado, lejos de esos “muñecos” realistas que hay en muchas producciones.
En la actualidad estoy desarrollando mi nuevo proyecto en una técnica tridimensional pero buscando siempre un resultado no realista, algo muy pictórico. La razón es muy sencilla, es un proyecto muy grande que debo acabar pronto y por desgracia, en estos momentos no es tan fácil encontrar animadores 2D. Mi tercer proyecto volverá a ser en animación tradicional y espero animarlo yo completamente.

3. El corto está ambientado en una Sevilla post-apocalíptica, con un trabajo de fondos muy elaborado, que recuerda a algunos clásicos de la ciencia-ficción de animación. Teniendo en cuenta la libertad creativa que supone la animación, donde se pueden realizar obras sin apenas fondos, ¿qué importancia le das a los fondos en tu trabajo? ¿Cómo crees que influyen dentro de una obra de animación?
Los escenarios o su ausencia juegan un papel muy importante en una obra cinematográfica. Una historia plagada de escenarios situará mejor la acción mientras que la ausencia de referencias centrará la atención del espectador en los personajes y el diálogo.
En mi primer trabajo los escenarios eran muy importantes. Quería contar la historia de un niño que ve la realidad distinta al resto de la humanidad, una realidad decadente y llena de ruinas, mientras que los demás veían todo tal y como lo conocemos. Los escenarios fueron un recurso dentro de la historia.
En el cortometraje que estoy haciendo en la actualidad tiene muy pocos escenarios, es una historia con mucho diálogo y los primeros planos inundan la pantalla.
Los fondos son un recurso más que debemos elegir si utilizar o no en función de lo que queramos contar.

4. En tu blog comentas que, aunque llevabas mucho tiempo con la idea para realizar el cortometraje, todo surgió a partir de una imagen, que fue la que condujo al resto. Esta labor inspirativa, que generalmente realizan artistas inspiracionales encargados exclusivamente de esto en grandes producciones, resultó crucial para configurar el cortometraje tal y como ahora es. ¿Cómo se produce la búsqueda de la identidad y el estilo de un proyecto? 
He leído tantos comics en mi vida y he visto tantas películas de animación que cuando pienso en una historia automáticamente le asigno una estética concreta.
Suelo partir de esa primera intuición. Tardo años en asentar la historia en mi cabeza y cuando le doy el pistoletazo de salida estoy muy seguro de que la terminaré tarde o temprano. En todo ese tiempo me he ido documentado y he ido buscando obras y autores que se correspondan con lo que quiero.
Hay un momento, un día, en el cual empiezas, y al principio todo es muy traumático, no me sale nunca nada como lo tengo en la cabeza. Paso un par de semanas muy malas donde todo lo que dibujo no me gusta, pero al final el esfuerzo suele dar resultados, y aunque no esté satisfecho al 100% consigo un estilo que me empieza a agradar. Suelo desarrollar muchas ideas y todas muy distintas para encontrar el dibujo que marca la identidad de la obra.

5. ¿Cómo ves el panorama de la animación nacional actual desde Andalucía? ¿Crees que existen diferencias entre lo que se hace en animación en Andalucía y otras regiones de España?
El panorama a nivel industrial lo veo cada vez peor. Intentar hacer una película y hacerla llegar a los espectadores era hace unos años algo muy difícil, pero ahora es casi imposible. Las calidades se han disparado y hay que invertir unas sumas de dinero inalcanzables para poder competir con las 3 o 4 empresas que tienen en sus manos el mercado. Por desgracia, la industria está copada por un estándar de animación que requiere una tecnología, un desarrollo y un equipo que en este país pocas empresas pueden seguir. Muchas películas que se hacen en este país llegan con 5 ó 6 años de retraso tecnológico y así muy difícil competir.
Sin embargo la animación vive un momento de transición que yo creo que a medio plazo será muy interesante. Hemos pasado muy rápido de no poder hacer animación, a tener todos un ordenador en casa y poder hacer nuestras propias producciones con muy bajo coste. Cada vez más la gente en sus casas hacen trabajos muy interesantes en todo el mundo, y cada dos días sale algún chaval que con pocos recursos ha conseguido hacer su primer cortometraje. Desde ese punto de vista el panorama es más que interesante.

El día en el que la historia sea más importante que la estética en las películas y la técnica, seguramente hablaremos de otra cosa, pero por ahora lo comercial manda, y lo comercial es hacer que diez mil soldados suban un volcán en erupción mientras luchan con dos mil dragones dorados, y ahí, la industria nacional no llega.
En Andalucía estamos empezando, hay grandes animadores y dibujantes que han tenido que salir para hacer cosas, pero poco a poco están volviendo y los que estamos intentamos seguir adelante. Aún tenemos muchos años de retraso comparados a otras comunidades como Madrid, Valencia o Cataluña, pero poco a poco se van haciendo cositas y creo que eso es importante, aunque no suficiente.

6. ¿Qué otros autores y profesionales te han influido más?
Mis influencias en el mundo de la animación han sido muchas.
Empezando por Milt Kahl, pasando por Andreas Deja, Glen Keane, Koji Morimoto, no sé, muchos. Como autores de cine, mis directores favoritos son de ficción, Akira Kurosawa y Stanley Kubrick. Directores de animación me quedaría con Brad Bird y Miyazaki.
A nivel nacional, me quedo con Jorge Dayas con mucha diferencia del resto como director, y como animador me gusta mucho el trabajo de Sergio Pablos, me parece un animador de los que están a otro nivel.

7. ¿Hacia dónde crees que se dirige la animación mundial? 
Veo una ruptura fuerte, ya no es como antes, todos querían hacer Disney. Mientras que las productoras estadounidenses se pelean entre sí para parecerse a Pixar, los japoneses no solo no han seguido el juego, sino que han afianzado un estilo muy particular que posiblemente sea el que mejor aglutine lo artístico, lo técnico y lo comercial. En el término medio estamos los europeos, donde vamos un poco más por la línea vanguardista y de experimentación. En ese aspecto quizás los franceses estén marcando las diferencias, con trabajos muy originales de una excelente calidad.
Creo que la animación 3D ha permitido a mucha más gente entrar en este mundo. Antes, debías aprender a animar pero también a dibujar. Dos tareas muy muy difíciles. Siempre uno flojeaba en alguna. El buen dibujante no tenia buen concepto de la interpretación o el movimiento, y los buenos animadores no sabían proporcionar, hacer manos o dibujar en perspectiva. ¡¡¡Los personajes se iban de modelo!!! Eso ya no pasa. Ahora pueden animar todo el que quiera sin tener que saber dibujar y eso es muy bueno. Las 3D han copado el mercado por muchas razones y creo que nunca volverá a ser como antes.
Todo se mueve hacia una mezcla, hacia el NO fotorealismo. Eso también es bueno. Posiblemente en pocos años las 2D empezaran a volver a hacerse un hueco pero no creo que dominen de nuevo. Espero que el futuro sea de las películas con buenas historias y buenos personajes, que cuando salgas del cine digan algunos “Yo quiero se animador”.

8. ¿Qué consejo le darías a otros animadores que quisieran seguir tus pasos?
Un animador ante todo es un gran observador, debe aprender sobre todas las cosas. ¿Y que debe aprender? Pues todo lo que encuentre en su camino. Sería fantástico aprender a dibujar, al menos en de una forma básica, algo de proporciones, anatomía, perspectiva, expresiones faciales y corporales. Tener algún contacto con la escultura sería fantástico, con unos cuantos paquetes de plastilina podemos intentar reproducir nuestros propios personajes. La fotografía también nos puede ayudar a elegir encuadres, a componer. Por supuesto, ver y analizar muchas películas y cortometrajes de animación actuales y clásicos. Leer cómics y literatura del género que nos agrade. Leer libros técnicos sobre animación, dibujo, ilustración y cine. Y si tenemos en nuestra ciudad la posibilidad de asistir a alguna academia que impartan clases de animación, eso aceleraría mucho nuestro camino.
Mucha gente cree que hace falta mucha paciencia, yo particularmente creo que la paciencia es para cuando te aburres, y en animación hay poco tiempo para el aburrimiento. Eso sí, cuando entréis en la industria, ahí mi mejor consejo es que tengáis paciencia.

Sobre "El príncipe de las basuras"
a) técnica / software con el que se hizo:
Dibujos animados tradicionales. Los escenarios están dibujados a lápiz y coloreados en Corel Painter.
b) tiempo aproximado desde la concepción del proyecto hasta que se estrenó:
16 años. La idea original la tuve en 1992 pero no empezamos a trabajar en ella hasta el 2006. En dos años realizamos el cortometraje al mismo tiempo que hacíamos otras cosas.
c) ¿cómo surgió la idea?
Sinceramente, hace tanto tiempo que no me acuerdo. Trabajo muchas ideas a lo largo de muchos años. Llega un momento que dos o tres se mezclan formando una mucho mas solida. El príncipe de las basuras es una idea que evolucionó durante muchos años, ya no me acuerdo que día nació.
d) ¿cuántas personas participaron en el corto?
No muchas, unas 20 personas.

Si queréis saber más sobre Francisco Antonio Peinado, podéis leer su blog Currobot o la web sobre "El príncipe de las basuras", su último cortometraje.

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1 opinan:

Josep Lloret Bosch dijo...

Sin pedir permiso, he colocado un enlace a esta interesante entrevista.

Pido perdón por el olvido y licencia para mantenerlo.

Saludos.