No se mueve pero está vivo

Uno de los principales problemas de la animación limitada tiene que ver con aquellas partes que permanecen estáticas durante demasiado tiempo en pantalla. Si el diseño del personaje es bueno, esto puede ser pasado por alto por el espectador. Sin embargo, si a un diseño pobre se une una sensación de que sólo un par de elementos en la pantalla están realmente animados, el conjunto puede resentirse enormemente.
Para ello, en la animación 2D tradicional existió desde siempre una fórmula, que consistía en establecer qué partes son las que se animan en cada momento y cuáles no. Aquellas partes que no se animan, y que por tanto van a verse como estáticas, pasan a formar parte del trabajo del asistente de animación. A pesar de que la solución más rápida y ecónomica consistiría en ahorrarse el trabajo de volver a repetir el dibujo, la animación tradicional descubrió hace mucho que merecía la pena dibujar en cada nuevo frame las partes estáticas, ya que añadía una tensión al dibujo, que efectivamente lo hacía sentir como estático a la vez que latente, no simplemente inerte y sin movimiento. Esto es debido a que la repetición del dibujo incorpora sutiles reinterpretaciones de la parte estática que el ojo capta.

Para realizar esto de una forma correcta, es necesario seguir una serie de pasos:
a) en primer lugar, estas partes estáticas deben ser dibujadas mediante un trazo de color rojo, para diferenciarse fácilmente de las partes que tienen que ser intercaladas;
b) aunque se trate de un dibujo repetido, calcado de fotograma a fotograma, es muy importante que en esta operación de copia se sea lo más preciso posible, ya que si no, dará la sensación de que el dibujo parpadea y la línea tiembla o incluso los volúmenes se alteran;
c) es muy importante que las copias de la parte estática se realicen siempre del dibujo clave original y nunca de otra copia. Esto tiene una explicación: cada nueva copia produce variaciones sutiles, como hemos dicho antes. Si cada copia provieniese de otra anterior, la forma habría ido deformándose desde el primer dibujo al último;
En esta serie de ocho fotogramas del ciervo "Bambi", las patas del ciervo permanecen en una posición idéntica, por lo que no se animan. Sin embargo, se dibujan en todos los casos, como se puede observar, para darle mayor naturalidad al conjunto.
Por cierto, este proceso de separar las partes que se intercalan de las que no, se conoce como "traceback" en inglés.

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