El último gran renacimiento de la animación 2D
En un interesante artículo publicado en 2006 por el animador y cofundador de The Gang of Seven Animation, Tom Sito, en AWN, éste se preguntaba cuáles habían sido las causas que habían llevado a una resurrección de la animación de forma tan exitosa a comienzos de la década de los 90 y su posterior decadencia al final de la década. Se trata de un pequeño artículo de historiografía de la animación más reciente que resulta interesante releer.
Este autor sitúa el renacimiento de la animación 2D entre 1988 y 2000, y la llama así porque tan sólo podía compararse a la época dorada de la Disney, entre 1936 y 1945, en número de producciones, gente trabajando como animadores y presupuestos. De igual manera, el autor reconoce que las propias semillas de este renacimiento llevaban aparejadas su muerte.
El artículo comienza en los años estériles entre 1960 y finales de los 80, en los que la animación había entrado en un dique seco y ningún producto parecía encontrar salida ni éxito.
Las semillas de este renacimiento las sitúa el autor en la marcha de los estudios Disney en 1979 de Don Bluth y su pequeño equipo, aunque le concede igual importancia a la aparición de los nuevos canales MTV o Fox, libres de audiencia infantil; la entrada de animadores del Este tras la caída del muro con nuevas ideas (caso del estudio Klasky Csupo), o la aparición de Cartoon Network y demás canales temáticos.
A comienzos de los 80, los estudios Disney eran un lugar anticuado, donde sus empleados aún se seguían preguntando, casi 20 años después de la muerte de su fundador, qué es lo que haría éste frente a un problema dado, que usaban tecnología obsoleta y que debían confiar en el éxito de sus parques temáticos para mantener a flote la empresa. A pesar de ello, la empresa seguía conservando una aureola mítica entre el gran público y sus películas eran esperadas con cierta devoción.
Todo este panorama comienza a cambiar con una lucha de poder en el seno de la empresa, que consigue apartar a Ron Miller, cuñado de Disney, en favor de los ejecutivos de la Paramount Michael Eisner y Jeffrey Katzenberg, en un golpe de efecto de Roy E. Disney (nieto de Disney) y su colega Frank Wells.
Éstos en seguida comienzan a aportar nuevas ideas a la compañía, implicando a otras luminarias de Hollywood en la reconstrucción de la empresa (Spielberg, Lucas y Scorsese se encargan de renovar atracciones de los parques temáticos), aunque su intención inicial de puertas para adentro era cerrar el departamento de animación, sobre todo ahora que la mayor parte de los "Nine Old Men" y los otros grandes animadores de la empresa estaban muertos o se habían jubilado. Fue entonces cuando Roy E.Disney impide este movimiento, aduciendo que el departamento de animación de la Disney era el corazón de la empresa. Lleva a los tres directivos a una presentación de guión de "Basil, el ratón superdetective" y quedan convencidos por el potencial de la animación de calidad. Ese mismo día inician una serie de movimientos, destinados a competir por el mercado de la televisión.
Por otro lado, la película de Don Bluth "Nimh, el mundo secreto de la señora Brisby"(1982), aunque no es ningún gran éxito, atrae la atención de Spielberg, que se da cuenta de que se puede realizar películas de animación clásicas fuera de Disney y con ellos constituye un estudio en Irlanda, que producirá los éxitos "Fievel y el nuevo mundo"(1986) y "En busca del valle encantado"(1988), además de producir algunos éxitos para televisión como "Tinytoons" o "Animaniacs" y descubrir al futuro talento Brad Bird.
Sin embargo, es en 1988 cuando comienza toda la revolución. La novela "¿Quién censuró a Roger Rabbit?" escrita en 1976 y comprada por el estudio Disney en 1978, no parecía que fuese a ser realizada nunca. Cuando de repente Spielberg se interesa por producir la película, todo el proceso se pone en marcha, y se encarga a a Richard Williams a formar un equipo en Londres para realizar el film. Tras algunos problemas entre Zemeckis, encargado de supervisar a Williams, y la cúpula de Disney, que quería restaurar la imagen del departamento de imagen real, se llega a un acuerdo y la película se estrena bajo el sello independiente de la empresa, Touchstone, que en ese momento posee una imagen más desenfadada e irreverente, más favorable para este proyecto que el demacrado nombre de la Disney. La película se convierte en un enorme éxito comercial y crítico, consiguiendo cuatro Oscars y convertirse en el mayor éxito de taquilla del 1988. Este éxito prueba al resto de Hollywood que los largometrajes de animación pueden competir en terminos de igualdad con las películas de imagen real, aunque inquietan a los empleados de la animación, preguntándose si no sería un simple espejismo pasajero. Tras una modesta taquilla de "Oliver y su pandilla", la empresa se prepara para su nueva producción, "La sirenita".
Para ella forman una alianza con los talentosos compositores de Broadway Alan Menkers y Howard Ashman. Poco antes de acabarse la producción, Katzenberg anuncia a bombo y platillo que la película iría a recaudar más de 100 millones de dólares. En ese momento todo el mundo en Disney piensa que se trata de una locura, pues nunca jamás una película de animación había conseguido una recaudación superior a 40 millones de dólares. Sin embargo, en 1989, cuando la película se estrena, "La sirenita" consigue hacer 110,7 millones en Estados Unidos, 222 millones por el resto del mundo y vende billones de dólares en merchandising y juguetes, además de conseguir dos óscars. Cuatro años más tarde, el merchandising de la película aún se seguía vendiendo como si se hubiese acabado de estrenar. Se trata del inicio de la locura.
Katzenberg entrevé que los noventa supondrán una revalorización del musical tipo Broadway y se lanza a la compra de derechos de musicales, y llena la compañía de directivos de Broadway. Esto tendrá sus efectos positivos, al unir el espíritu iconoclasta y divertido de ambas formas artísticas, y negativos, al llenarse de gente cuya única intención era aprovechar el momento para enriquecerse, sin ningún interés real por la animación.
Los tres siguientes títulos de la Disney son algunas de la películas más memorables de la historia de la compañía: "La bella y la bestia"(1991), "Aladdin" (1992) y "El rey león"(1994), que por sí sola hizo más dos billones de dólares en todo el mundo y durante un tiempo era junto a "Parque Jurásico" la película más rentable de todos los tiempos. De esta manera, mientras que en 1972 el 55% de las ganancias de Disney provenían de sus parques temáticos, en 1992 lo hacían de sus producciones de animación.
Todo esto tuvo un efecto colateral en Hollywood, donde el resto de los estudios se esforzaban por revitalizar sus unidades de animación, y de esta manera se producen "Roger Dangerfield"(1991), "Ferngully"(1992), "Bebe's Kids"(1992) o "Cool World"(1992), que aunque en su mayorían son fracasos de taquilla, servirán para revitalizar la figura del animador alrededor de 1991.
A partir de esta fecha, los salarios comienzan a triplicarse y aparecen los "animadores-estrella", solicitados por todos los estudios y con agentes, que negociaban los contratos, entre los que están figuras cokmo Glen Keane, Eric Goldberg, Andreas Deja, Will Finn, Kathy Zeilinski o Bruce Smith. The Wall Street Journal y Newsweek dedican reportajes a la vida de una animador de Hollywood. Algunos animadores aparecen en la revista Premiere's Magazine como algunas de las 100 personas más poderosas de Hollywood.
Esto arrastra a más personas a formar más estudios de animación en Los Ángeles, con la convicción de que sólo las producciones de calidad realizadas allí se estaban convirtiendo en éxitos de taquilla. Los estudios de animación en Los Ángeles se convierten de repenten en una especie de gigantesca comunidad internacional, con personas de todas las nacionalidades, gran número de ellas animadores emigrados directos de los países del Este.
Por otra parte, poco antes de todo esto, en 1987, James L.Brooks contrata a Matt Groening, por entonces un dibujante de cómic underground para usar uno de sus personajes. Éste reticente de perder el control de su personaje, crea en cambio lo que será el prototipo de "Los Simpsons" y Brooks, viendo el potencial de los personajes, decide contratar a su vez a una serie de grandes guionistas, para desarrollar una serie para el horario de máxima audiencia, y a su vez Groening contrata un equipo de jóvenes animadores entre los que se encontraban David Silverman o Wes Archer y dirigidos por Brad Bird, entonces en Disney. "Los Simpsons" se convirtieron para sorpresa de todos en el gran fenómeno de la década.
Del efecto de "Los Simpsons" surgieron una cantidad de nuevas ideas, que incluyen a la ya clásica serie de Kricfalusi "Ren & Stimpy" (1991), las series iconoclastas de la MTV, con el enorme éxito de "Beavis and Butt-Head"(1992), o "The Rugrats - Aventuras en pañales" de la productora Klasky Csupo, que supusieron una pequeña revolución dentro de las series televisivas de animación.
A todo esto hay que añadir el tremendo impacto que causó la aparición de Cartoon Network (1990), que revitalizó la herencia de Hanna-Barbera y creó nuevas series representativas de la década, como "Powerpuff Girls (Las supernenas)", "El laboratorio de Dexter" o "Johnny Bravo". Esto despertó el tremendo poder de la televisión por cable y Disney Channel y Nickelodeon se expandieron a más de 80 países, emitiendo las 24 horas, y la aparición de canales como Kids'WB!, Boomerang, Discovery Kids. Esto tuvo su aspecto negativo en que por un lado los anunciantes ya no iban a volver a pagar lo mismo por los espacios de publicidad y por otro lado suponía la desaparición de las series infantiles de animación de los canales generalistas norteamericanos.
Por otro lado, el anime japonés tendrá una nueva y definitiva oportunidad para conquistar occidente a partir del estreno de "Akira" (1987), que pronto se convierte en título de culto y abre las puertas a toda la oleada de títulos que vendrán después.
El inicio del fin lo sitúa el autor tras la muerte por accidente del manager de la Disney Frank Wells, que coincidió con el estreno de "El Rey León", quizás el último clásico de la Disney en su segundo renacimiento. Tras su muerte, los problemas entre Michael Eisner y Jeffrey Katzenberg por el control de la empresa se agudizaron hasta el punto de que Katzenberg se ve obligado a dejar la empresa y a formar junto con Spielberg y David Geffen el núcleo de lo que será DreamWorks SKG en 1995. Para constituir DreamWorks, Spielberg se trae a todos los talentos europeos que habían trabajado en Amblimation en Londres (entre los que se encontraba el español Miguel Ángel Fuertes), mientras Katzenberg arrebataba de forma agresiva talentos del seno de la Disney.
Esto fue seguido de un aumento desproporcionado de los gastos de las empresas de animación (el autor comenta que se trata de un viejo problema habitual en la historia de la animación), hasta el punto de que en 2000 las películas de animación hechas en Estados Unidos se estimaban alrededor de un millón de dólares el minuto, llegando hasta el punto de presupuestos entre 147 a 200 millones de dólares por película. De esta manera se obligaba a que cada película fuese un éxito mayor que la anterior, sin permitirse una pequeña película. Es por ello que "Pocahontas" marca el comienzo del fin, ya que le resultaba imposible llegar al record de "El rey león" que había hecho 100 millones en tan sólo 10 días.
Para el final de la década el público estaba cansado de los musicales animados, pero en Hollywood se encontraban con el dilema de que tras una década abusando de la misma fórmula, ahora no sabían cómo salir de la situación, lo cual llevó al fracaso estrepitoso de películas como "Dinosaurios" (2000), "Anastasia" (1997), "El nuevo traje del emperador" (2000), "El camino a El Dorado" (2000), "Atlantis" (2001), "El gigante de hierro" (1999), "Titan A.E."(2000), "Osmosis Jones" (2001) o "El planeta del tesoro" (2002), "Sinbad" (2004) y "Zafarrancho en el rancho"(2004).
Mientras las películas en 2D encallaban, Pixar comenzaba a acumular éxito tras éxito, lo cual arrastró a otros estudios a comenzar a crear películas en 3D, que también se convertirían en éxitos, como es el caso de "Shrek" o "Ice Age".
Poco a poco, el renacimiento del 2D comenzó a esfumarse. Después de "Cool World" de Ralph Bakshi, Paramount abandona la animación; después de más de diez años de colaboración con el estudio de Don Bluth, 20th Century Fox abandona el 2D y se lanza hacia el 3D; tras los fracasos de "El gigante de hierro" y "Osmosis Jones", Warner Bros desmantela su unidad de animación. En Dreamworks, mientras todos los proyectos en 2D, tanto para cine ("El príncipe de Egipto", "El camino a El Dorado" y "Spirit") como para la televisión se hundían, las producciones en 3D "Shrek", "Shrek 2" y "Madagascar" triunfaban. Katzenberg llama a la animación 2D en el 2003 "una cosa del pasado".
El 25 de marzo de 2002 la Disney, engullida por las luchas intestinas entre Roy Disney y Michael Eisner y una nueva hornada de dirigentes que tratan a los animadores como simples empleados, deciden cerrar el estudio de animación, una decisión histórica que ni siquiera había tenido lugar durante el bajón productivo que tuvo lugar desde finales de los 1960 hasta mediados de los 80.
El 29 de enero de 2004 y tras varios meses de duras negociaciones, Pixar anuncia que no tienen intenciones de continuar el contrato con Disney y Steve Jobs aprovecha para criticar duramente las últimas producciones de la compañía. Se trata del último baluarte de Disney, de la última sección rentable de la compañía, que ve como shttp://www.blogger.com/img/gl.link.gife le escurre de las manos.
Tras una aplastante exigencia de los accionistas demandando la renuncia de Michael Eisner del cargo, éste decide dejar el puesto el 4 de marzo de 2004, tras 21 años de dirección de la empresa.
La marcha de Eisner propicia las buenas noticias. Pixar y Disney llegan a un acuerdo y ambas empresas se fusionan, convirtiéndose Lasseter y Ed Catmul en los nuevos dirigentes de la empresa, que rápidamente anuncian el fin de las producciones baratas y un reajuste urgente de las infraestructuras ejecutivas. Se rumorea entonces incluso que Lasseter planea en realidad un gran regreso triunfal del largometraje en 2D, aunque esto no se concreta en ningún proyecto definitivo.
El artículo abunda en multitud de interesantes detalles que se han quedado fuera por razones de claridad. Para quién desee saber más, los artículos pueden encontrarse en dos partes aquí (1) - (2)
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