La animación y el porno: encuesta agosto 2010

El sueño de la esposa del pescador es un cuento japonés en el que una mujer mantiene relaciones sexuales con dos pulpos. Esta xilografía creada por Hokusai en 1812 ha tenido una gran influencia en el cine de animación pornográfico creado en Japón.
Tal y como comentaba inteligentemente Joseba Berasategi en una ocasión: "la animación y la pornografía son industrias pioneras. Cada vez que ha aparecido algún nuevo soporte, como el VHS, el DVD o el Láser-Disc, lo primero que se ha editado siempre ha sido porno y dibujos animados". Así pues, era normal que ambas formas de negocio acabaran coincidiendo algún día.
En Japón esta confluencia existe desde hace varias décadas. Allí es relativamente frecuente y fácil e encontrar e incluso tiene un nombre específico para esta forma de animación: hentai y cuya traducción literal equivaldría a "perversión sexual". En este género cualquier fantasía sexual es posible, incluso las más extrañas y depravadas para un occidental. Muchas de estas obras contienen violaciones repetidas, incesto, pedofilia y torturas sexuales de todo tipo; su condición de obras de animación le permiten llevar el sexo al extremo. Esto ha dado lugar a cruces interesantes con otros géneros, como el cine de ciencia-ficción y el de terror (la saga Urotsukidoji (Chojin densetsu Urotsukidoji, 1987-1989), con sus monstruos violadores, sería un buen ejemplo). Por supuesto, no toda la pornografía japonesa de animación llega hasta estos extremos, de hecho, lo habitual son otro tipo de fantasías más amables, pero siempre aprovechando el poder de la animación para hacer posible cualquier tipo de escena. Tal y como describe Jesús Palacios en su magnífico artículo "Hentai. Sexo, anime y fantasía",
(...) toda suerte de combinaciones e ideas eróticas descabelladas encuentran su marco idóneo para su desarrollo en el hentai. A veces, resulta difícil saber si ciertas series utilizan el género sólo como un recurso para, precisamente, hacer posible lo imposible, justificando así variantes sexuales particularmente surrealistas, o si, por el contrario, es el género fantástico el que propicia, por su propia naturaleza, la inclusión de estas ideas e imágenes perturbadoras y excesivas.
De esta manera es posible encontrarse pequeñas hadas sexuales, protagonistas femeninas que desarrollan clítoris ultradesarrollados con el tamaño y las funciones de un pene, cruces sexuales entre seres humanos, robots y animales sobrenaturales...
Sin duda, un erotismo quizás demasiado "imaginativo" para el consumidor occidental.
En los últimos años, el porcentaje de consumidores de animación pornográfica ha aumentado también  en Occidente. Según informa la revista Imagine Animation (número 34, 2010), este negocio se ha disparado en los últimos veinte años en Estados Unidos y algunas grandes productoras de pornografía como Digital Playground han comenzado a enfocarse por esta vía. Según comenta Ali Joone, director de la empresa, en dicho artículo,
los animadores con los que trabajo aman la libertad creativa que existe en esta industria. No hay excesivas ataduras y si alguien tiene una gran idea, nadie va a decirte que no se puede hacer. Esta forma de trabajo es envidiable. (...) La animación pornográfica es cada vez más grande y conforme la tecnología mejora, nos es posible explorar nuevos mundos sexuales y eróticos, así que ¡el futuro se presenta muy brillante [para ambos sectores]!
Tanto si nos gusta como no, da la sensación de que el futuro de la pornografía necesitará también de animadores, algo que según los resultados de nuestra encuesta de agosto, no desagrada del todo a nuestros lectores.
En ella os preguntábamos si estarías dispuestos a trabajar en una empresa de animación relacionada con la industria sexual y para ello decidimos separar las respuestas también por sexos, para ver si existían profundas divergencias al respecto. Sorprendentemente, vuestras respuestas han sido muy similares. Los profesionales de ambos sexos os habéis mostrado muy partidarios (82,4%) de trabajar en el mundo de la animación pornográfica, con una cierta preferencia los hombres por sus posibles beneficios económicos, y un mayor interés profesional las mujeres, aunque sin excesiva separación. De todas formas, da la sensación de que esta encuesta ha interesado más a los hombres, ya que el 73% de los votos eran masculinos, frente a un 27% de votos femeninos. Más abajo podéis encontrar los resultados completos de la encuesta.

Resultados de la encuesta de agosto de 2010:
¿Trabajarías en una empresa de animación pornográfica?
82,4% Sí (Hombres: 85,3%; Mujeres: 70,7%)
42 % Por razones económicas (H: 32,4%; M: 9,6%)
40,4% Por interés profesional (H: 30%; M: 10,4%)
17,6% No (Hombres: 14,7%; Mujeres: 29,3%)
1,2 % Por razones morales (H: 1,2 %; M: 0%)
16,4 % Por razones profesionales (H: 9,2%; M: 7,2%)

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1 opinan:

Chicas dijo...

Tu lo has dicho, demasiado imaginativo para el consumidor occidental. A mi que me gusta el porno y que con frecuencia acudo a un video club de confianza para ver cosillas interesantes, veo los dibujos animados estos guarretes solo si son, como lo defines, generosos. Pero lo demás...
A mi chico le gusta algo más. Eso es porq los hombres teneis una mente muy perversa. Y con tal de q sea sexo... aunque sean hadas de clítoris gigantes, jejeje.
Besos de Lulu