Hobbits en La Mancha


En el libro sobre Ralph Bakshi "Unfiltered" se cuenta como "a comienzos de 1977, Ralph estaba listo para filmar la acción en vivo en España [para "El señor de los Anillos"], aprovechando sus enormes castillos, los mejores jinetes del mundo y majestuosas, infinitas vistas panorámicas. Además, era barato. Dejó encargados [en Los Angeles] a un equipo de artistas de confianza y nuevos (...) para continuar el desarrollo visual. "Ralph me puso en una habitación y me dijo: "¡Haz arte!"[Barry Jackson, artista de fondos de la película].
Los jefes de los sindicatos españoles fueron muy puntillosos. Los avisos por megafonía para el almuerzo sonaban en pleno rodaje, haciendo que manadas de actores vestidos como orcos se abalanzaran hacia los servicios de cátering mientras las cámaras seguían filmando (una escena que Ralph rodó en secreto y luego usó en la película). Y Ralph casi muere aplastado después de caer desde una grúa de una altura de nueve metros en medio de un grupo de gitanos a caballo que se acercaban [en medio de una de las escenas].
Pero eso no fue lo peor de todo.
El laboratorio de revelado español, después de descubrir postes telefónicos, helicópteros y coches a lo lejos en los planos de Ralph, casi quema semanas de rodaje. [Ralph Bakshi:]"Le contaron a mi encargado de dirección que si aquella clase de chapuza cinematográfica se descubría, nadie en Hollywood volvería a filmar de nuevo en España. La industria cinematográfica [española] desaparecería al completo. No querían arriesgar tanto, así que preferían quemar la película y evitar el riesgo. No entendían que estábamos filmando dibujos animados, y que no íbamos a usar el material del fondo, íbamos a pintar montañas y castillos para reemplazarlo."
Los problemas de "El señor de los anillos" en la versión de 1978 habían comenzado mucho antes, y tampoco se iban a acabar con este "contratiempo" español, que por otro lado, proyecta una luz muy interesante sobre la industria cinematográfica española de 1977 en su encuentro con la animación internacional de la época.


Para saber más sobre cómo fue la producción de "El señor de los anillos", podéis acudir a Wikipedia, leer comparaciones entre el libro, esta versión y la de Peter Jackson (1, 2), o quizás la más interesante, la experiencia personal de un extra en la película: "Cuando llegábamos al Castillo lo primero que hacíamos era desayunar, luego nos daban la indumentaria que constaba de unas botas negras, un gran blusón gris, un cinturón, una horrorosa careta de plástico verde, alguna porra o espada y un escudo. Durante el rodaje alucinábamos, pues nos exigían hacer cosas “extrañas” como sentarnos en el suelo a plena luz del día formando un corro y simulando que estábamos alrededor de un fuego (hasta que no preguntamos y nos explicaron que aquello se convertiría en noche y con un fuego añadido a la escena, pero con dibujos animados, no lo tuvimos claro), otros golpeaban con un imaginario ariete una imaginaria puerta, en fin, hubo “escenas” cachondas, el director se cabreaba un montón con nosotros, cuando por ejemplo designaba a algunos para que en las laderas del Castillo dejarnos caer como muertos y allí se moría casi todo el mundo o los que lo hacian no paraban de moverse o alguno que no se calzó las botas y lo pillaban con las deportivas o el que se quedaba delante de la cámara chupando plano... Recuerdo que la careta era algo insufrible, pues se deslizaba, sudabas y no veías ni jota, me topaba con los caballos en las escenas de lucha, daba bandazos y terminaba en el suelo, repito ¡no veía na! y aquello debió de quedar estupendo, lo pasábamos muy bien y encima nos pagaban." (Del blog de Miguel Calatayud)

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