Entrevista a María Lorenzo

María Lorenzo, autora de Retrato de D y La pantera de Rilke María Lorenzo Hernández (Alicante,1977)realiza "Retrato de D" (2004) tras su paso por Bellas Artes en la Politécnica de Valencia, donde tras unos primeros trabajos en la animación que alcanzan cierta repercusión, realiza "La pantera de Rilke",(2000)donde experimenta con el concepto de pintura animada. "Retrato de D" confirma su posición como cineasta profesional, habiendo sido premiado en numerosos festivales españoles y ha participado en festivales como el de Annecy (Francia), el festival de Zagreb o el Animamundi de Brasil

1. Provienes del ámbito de las Bellas Artes, ¿cómo llegaste a interesarte por la animación?
Creo que los de mi generación tuvimos el privilegio de ver una televisión infantil diferente: había programas como “La linterna mágica” donde se emitían trabajos tan fabulosos como “El hombre que plantó árboles”, de Fréderick Back (Oscar al mejor corto de animación). Pienso que esa circunstancia ha marcado mi sensibilidad y gusto por ver y contar historias.
Más adelante, seguía con interés los especiales de animación de Canal + (por ejemplo los cortos ganadores en el Festival de Annecy, Francia). Me gustaba mucho pintar pero veía la pintura de caballete como cosa del pasado, mientras que ese tipo de animación me atraía mucho. Y un poco por causalidad, me matriculé en la Facultad de Bellas Artes de Valencia sin saber que allí iba a tener una gran oferta de asignaturas en esta línea.

Retrato de D-María Lorenzo2. En "Retrato de D" trabajas con acrílicos sobre el acetato directamente. ¿Por qué te interesó una técnica tan poco habitual? ¿Qué virtudes encuentras en esa técnica?
Mi forma de hacer es deudora de la que ha desarrollado un animador suizo, Georges Schwizgebel, que pinta con acrílico, gouache y otros pigmentos sobre millares de acetatos. Bien, si la historia trataba sobre un retrato, tiene coherencia que el lenguaje visual del filme también sea pintura, ¿no es así?
La pintura acrílica sobre acetato es un proceso heredado de la animación clásica –hoy en día ya nadie los usa-, pero yo le doy la vuelta al soporte y pinto por delante, como si lo estuviese haciendo sobre lienzo o papel, olvidándome de delimitar la línea de contorno, de manera que la forma pintada vibra de una imagen a otra.
Para esta película fue necesario pintar 2.100 acetatos, más 200 dibujos que corresponden a una secuencia en tinta china sobre papel. Sinceramente desconozco cómo se trabajaba esta técnica profesionalmente, pero sé muy bien que mi casa, las mesas, las camas, todos los muebles estaban cubiertos de dibujos a medio hacer durante la fase de pintado.

3.¿Qué cualidades consideras que hay que tener para ser un buen animador?
Saber dibujar, captar el movimiento de las cosas, buscar documentación, fijarte en modelos… Ser curioso y estudiar la animación de los maestros. Saber crear tu propio estilo de movimiento. Ser interdisciplinar. Todo esto se puede resumir en dos cualidades: ser observador y versátil.

4.¿Cuáles son tus principales influencias? ¿Qué otros animadores admiras?
Georges Schwizgebel me marca mucho, pero también admiro enormemente a Raimund Krumme, un animador alemán que hace verdaderas virguerías con las transformaciones de personaje y fondos: las cosas cambian sin que te des cuenta de ello, variando su comportamiento. También puedo decir que he aprendido mucho de Isabel Herguera, una gran animadora vasca con la que tuve el placer de trabajar durante unos días: es una mujer todoterreno.
Desde luego admiro mucho a los “cuenta-cuentos”: Michel Ocelot (Kirikou), Hayao Miyazaki, Isao Takahata… Ver “La tumba de las luciérnagas” me hizo comprender por qué a Takahata todavía lo llaman “el maestro”, es una película estremecedora y, aunque no estoy diciendo nada nuevo, opino que todos los que estén interesados en la animación deberían verla al menos una vez en la vida. Desde luego me estoy dejando muchas referencias en el tintero.

5.Aunque en "Retrato de D." dices no emplear en ningún momento el apoyo del ordenador para ninguna fase del proceso creativo, actualmente resulta muy difícil para cualquier animador no resistirse a usar la ayuda que proporcionan los ordenadores al trabajo en animación ¿Qué opinión te merece a ti esta tendencia? ¿Cómo ves el actual boom de la animación digital?
No es cierto que el ordenador no tuvo parte en el proceso propiamente creativo de esta película, porque en la Facultad donde yo trabajo, las capturas de los test de línea se realizan con una cámara conectada a un ordenador. Es una herramienta tan indispensable que me parece mentira que los animadores pudieran hacer tan bien su trabajo en los tiempos de “Blancanieves y los Siete Enanitos”. Desde luego, sabían lo que hacían.
Hoy día tenemos muchos componentes digitales, nada sofisticados y completamente domésticos, como una buena web-cam con la que capturar pruebas de línea, softwares como Premiere para el montaje de planos e incluso organizar una maqueta inicial de sonido, etc. Otros programas como After Effects permiten hacer reservas y un montaje que prescinde por completo del uso de la cámara, porque lo que ahora se lleva en animación dibujada es el escáner (si bien yo tuve el privilegio de utilizar una antigua truca). También grabé la música original con la ayuda de un ordenador portátil. En fin, el ordenador facilita mucho las cosas: te permite fallar y corregir tus errores en el mismo proceso del rodaje, y eso se nota en la calidad del resultado.
Sobre la animación digital, no hay que caer en el error de decir, “es una herramienta y todo depende de con qué fin se use”. La animación digital tiene vida propia, y posee unas potencialidades que superan todo lo visto hasta ahora. Creo que el boom de lo digital ha repercutido muy positivamente en la difusión de la animación a nivel “serio”, como un arte para el disfrute de todos, además de que ha facilitado enormemente los procesos creativos en otras ramas más experimentales y hasta artesanales de la animación. Por mi parte, la revolución es bienvenida.

6.Tu cortometraje, no sólo en la técnica sino en el tono, tiene muchos puntos en común con "William Wilson" del oriolano Jorge Dayas. ¿De dónde surge la idea para tu corto?
Cuando yo llevaba entre manos el proyecto de “Retrato de D.” conocí a un allegado suyo que me habló del trabajo de Jorge, una vez ya había ganado premios. De alguna forma, al contarme los pasos que fue dando, me convencí de que podía acometer un proyecto como aquél, que parecía tan inviable. Aunque ha sido un modelo próximo para mí, es muy curioso porque Jorge y yo no nos hemos conocido en persona hasta hace realmente poco.
“Retrato de D.”, al igual que “William Wilson”, parte de un texto literario: mucho antes de pensar en realizar un proyecto animado, escribí el cuento a propuesta de otro compañero con quien cursaba Animación y Retrato (hablo de Gonzalo Miralles, co-guionista de “El enigma del Chico Croqueta”). Yo estaba interesada en Drácula y los vampiros, y leí en alguna parte que Bram Stoker abocetó un personaje que finalmente no incluyó en su novela: un pintor que se propone retratar a Drácula, y sin embargo cada vez que cree haber terminado el cuadro, su forma cambia. “William Wilson” también está centrado en la identidad, la alternancia entre el yo bueno/malo de su protagonista; Nowan Dyes, el pintor de mi película, busca desesperadamente pintar a D., pero no sabe que en realidad se busca a sí mismo: cuando vende su alma y se convierte en vampiro para poder terminar el retrato (como el pacto de Fausto, que vende su alma a cambio de la sabiduría), no se da cuenta de que se ha perdido irremisiblemente.

7.¿Cuáles fueron las mayores dificultades técnicas que se te plantearon durante el rodaje?
¡¡¡Todas las posibles!!! Creo que no hubo ninguna fase que no planteara problemas, pero quizá los más graves fueran los derivados del montaje y la sonorización, así como la generación de la copia máster, que en mi caso fue en formato Beta Digital y tuve que encargar a un estudio. Esto ocurre porque una cosa es saber animar, y otra cosa muy distinta saber hacer películas, es un medio que implica muchos procesos distintos (amén de toda la parafernalia burocrática).
Mientras los problemas o limitaciones surgen a un nivel, digamos, manual (como cuestiones de dibujo o pintura), éstos son relativamente fáciles e inmediatos de resolver. Sin embargo, los problemas técnicos son endemoniados, sobre todo si eres tan lego en estas materias como lo era yo. No te das cuenta de tus errores hasta que es demasiado tarde, y además de tiempo cuestan dinero. Un consejo: si nunca has montado una banda sonora, pide ayuda a alguien con experiencia, pero en lo que se refiere a grabación del sonido, primero busca a un profesional que te asesore bien.
Sin embargo, en el aspecto más colaborativo del trabajo tuve mucha suerte, porque encontré gente que quiso participar desinteresadamente en los dos doblajes (en inglés y castellano), así como pude tirar de familia y amigos para la interpretación musical: mientras que al piano estaba mi hermana, una vieja amiga del instituto tocaba el violín. Mi novio me acompañó pintando durante incontables horas. Esto fue muy importante para mí.

8.Con este corto has ganado varios premios. ¿Cómo ayuda un premio a continuar haciendo lo que a uno le gusta?
Más que en el aspecto económico, es un incentivo a la motivación. Da mucha satisfacción, incluso cuando es un premio pequeño. Es muy difícil amortizar el coste de un cortometraje como éste, que se realiza de forma semi-profesional y que, por estar en soporte vídeo, no puede acceder a otros circuitos de festivales que sólo admiten películas de 35mm. Pero eso ya ha dejado de importarme, porque ver terminada “la película que quieres ver” es premio más que suficiente.

9.Tu trabajo se desarrolla en Valencia, una región que está demostrando que no es necesario residir en Madrid o en Barcelona para convertirse en un punto de referencia para la animación española. ¿Cómo ves tú el panorama actualmente en España?
Pienso que se desaprovecha el potencial existente, que es más visible en iniciativas independientes y personales que en producciones de tipo comercial. Creo que es el sino de la animación española: las productoras de largometrajes no se sienten capaces de crear escuela con personalidad propia. Ojalá me estuviese equivocando al decir esto, pero hay una fuerte tendencia por imitar el modelo americano, cuando se podrían crear historias, situaciones y personajes más originales que lo que nos viene de fuera. Y no se puede crear una industria fuerte si es más rápido y barato encargar la animación a Corea, cuando aquí hay animadores en el paro.
Desgraciadamente, los que hacen animación independiente y hacen apuestas arriesgadas están solos. Muchos proyectos muy atractivos se frustran por falta de colaboración, de apoyos, o por el aislamiento en que tendemos a trabajar. Es difícil ser un freelance, hacer lo que a uno le gusta y vivir de ello con solvencia; más bien se sobrevive. A propósito de la ciudad donde vivo, ya conozco a demasiados animadores valencianos que tienen que buscarse la vida fuera.

10.¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
Ahora mismo estoy enfrascada en la preproducción de otro proyecto animado, muy intimista y diferente del anterior. Un corto muy “femenino”, vaya, pero de momento prefiero no difundir el título.

11.¿Qué consejo le darías a cualquier otra persona que quisiera empezar en este mundo?
Que se arme de paciencia y que nada le haga perder el entusiasmo.

Más información sobre "Retrato de D"
En AWN podeis encontrar un fragmento de "Retrato de D"

btemplates

1 opinan:

Anónimo dijo...

Enlightening. And the clip on 'Portrait of 'D'' is enchanting.