De buscar a Nemo y encontrar a Dios

El cine con un componente místico y religioso parece estar de moda. Si el cineasta Terrence Malick ganaba este año la Palma de Oro en Cannes con El arbol de la vida (2011), mucho más extraño resulta El gran milagro (2011), un largometraje que se ha estrenado simultáneamente en México y en Estados Unidos. Su director, que ha participado como artista visual en títulos como Buscando a Nemo (2003) y Tiana y el sapo (2009), o en los guiones de Hercules (1997), Pocahontas (1995) y Planet 51 (2009), ha decidido debutar como director de largometraje con esta historia polémica y dirigida a un público católico.

La película ha causado cierta polémica entre los medios aztecas, que ya la habían considerado antes de su estreno como un largometraje antiaborto. Sus creadores, el productor Pablo José Barroso; el director Bruce Morris y el compositor musical del filme, Mark McKenzie, van más allá e incluso afirman que la película no es ni siquiera religiosa, algo extraño en una historia que ocurre casi íntegramente dentro de una iglesia.
La relevancia de la película, y lo que la hace particularmente importante dentro de la filmografía mexicana, es que se trata del primer largometraje de animación 3D del país, adelantándose en algunos meses al estreno de Ana de Carlos Carrera.

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1 opinan:

Juan Bauty dijo...

Pues habrá trabajado en Disney, pero el resultado visual de esto me parece simplemente ESPANTOSO. Cosa más fea, oiga...