Planeta conquistado, tierra incógnita

A pesar de que las críticas en Estados Unidos están siendo terribles (un 16% en "Rotten Tomatoes"; la mayoría de las críticas (1-2-3insisten que es uno de los peores largometrajes de animación en un año excepcional para la animación internacional), "Planet 51" está cumpliendo sus expectativas comerciales, convirtiéndose en la película española más taquillera de 2009 a nivel mundial al alcanzar los 40 millones de dólares de taquilla en su primera semana de exhibición. Teniendo en cuenta que la película aún está pendiente de estreno en el 70% de los territorios previstos, entre los que se hallan países tan importantes como Reino Unido, Francia, Alemania, Brasil o Australia, lo cierto es que "Planet 51" ya forma parte indeleble de nuestra cinematografía, más allá del género de la animación.

Lo cierto es que la película despierta todo tipo de emociones encontradas entre el sector de los animadores. En nuestra encuesta del mes de octubre preguntábamos si tras el estreno y más que previsible éxito de la película, habría una gran cambio en la industria de animación española. Un 58% de los votos ha confirmado que la mayoría piensa que sí, que la película incitaría a otras empresas a poner nuevos largometrajes en marcha, mientras un 17% pensaban que no, que el éxito de la película sólo beneficiaría a Illion y el resto de las empresas implicadas en el proyecto. Un 4% afirmaba no tener ni idea de lo que ocurriría.
Es más que probable que el oro reluciente de "Planet 51" ciegue a un buen puñado de empresas españolas que decidan embarcarse en la aventura de un largometraje de animación. Otra cosa es que eso constituya la base sobre la que se cimiente una industria estable o que los proyectos que surjan tengan éxito asegurado. Aunque probablemente muchos animadores se froten las manos, previendo un par de años de trabajo asegurados, es deseable que esto no conduzca a una burbuja especulativa, que no beneficiaría a nadie.

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