Elegir una escuela de animación / 1
Respondiendo a un comentario lanzado por un lector, planteamos el tema de las escuelas de animación.
Elegir una escuela o curso de animación se suele en una cuestión que inquieta a muchas personas una vez finalizan estudios superiores o que simplemente les gustaría entrar en el mundo de la animación y no saben cómo.
A menudo se tratan de cursos caros o que implican un desplazamiento de ciudad por parte del interesado, por lo que surgen las dudas y los miedos. En realidad, es necesario ser conscientes de que un curso de animación no es la panacea para trabajar profesionalmente después. En el mundo de la animación a menudo resulta más valioso el tener un buen conjunto de trabajos realizados que el estar avalado por tal o cual academia, por lo que lo normal es el autodidactismo, aunque esto no significa que se deba prescindir de la opción de una escuela o un curso.
Todo depende de los objetivos y la prisa que tenga uno. Ante todo, hay que dejar claro que el beneficio principal de acudir a una academia de animación es el de hacer contactos: con los profesores, con empresas que tengan las prácticas reguladas con la academia, con los propios alumnos... Es el aspecto más interesante y por tanto, el principal a valorar a la hora de invertir nuestro dinero.
La elección de donde estudiar depende, claro está, de donde ofrezcan un curso que se amolde a nuestros gustos: si tienes intención de aprender 3D, no tiene sentido irse a un centro especializado en stop-motion y a la inversa. Y dependiendo de nuestra ambición, también hemos de tener en cuenta academias fuera de nuestro país: si sueñas con entrar en Pixar, entonces has de plantearte muy seriamente acudir a una academia en Los Ángeles o al menos, en California, que te permita estar cerca de todas las empresas que se mueven por allí. Ten en cuenta que en esta profesión, si no estás físicamente, no existes y que muchos de los trabajos en tu vida futura vienen de gente que se acuerda de ti, porque te han conocido o han trabajado contigo.
Así pues, ten en cuenta lo siguiente:
a) costes globales del curso: aquí incluye no sólo lo que te costaría el curso, si no lo que tendrías que desembolsar también en alquiler de vivienda, comida, nivel de vida, etc.
b) cantidad de empresas de animación que existen en la misma ciudad / región: éste aspecto es clave, ya que representan nuestro objetivo final
c) el dominio del idioma, en el caso de países extranjeros, es importante, aunque tampoco nos debe frustrar al máximo excesivamente. Si el inglés os asusta, pensad en cual es vuestro objetivo real, y tened en cuenta que un idioma se aprende viviendo en el país y con cierta motivación.
Por otro lado, tened en cuenta que lo más importante que debéis aprender en las academias es:
a) la especialización en una técnica o programa no es lo más importante que debáis aprender, sino el tener una buena cantidad de trabajos finalizados, que demuestren que habéis trabajado duro. Así pues, mentalizaros que, aparte de aprender, lo más importante es practicar y sobre todo, tener muestras que enseñar;
b) los contactos: no sólo con profesores (que son vuestros consejeros, pero no vuestros ángeles de la guarda) sino muy especialmente con empresas y con otros alumnos. Los profesores os pueden poner en contacto con las primeras, imprescindibles para aplicar de forma práctica vuestros conocimientos; y los segundos os servirán como estímulo mental y como red de trabajo para el futuro. Tened en cuenta que muchos alumnos algún día pueden intentar tener su propia empresa o un empleador les puede preguntar si conocen a alguien para realizar tal o cual trabajo. Así que es imprescindible olvidarse de posturas arrogantes o aislarse del resto de la clase, ya que ellos también son parte de nuestro aprendizaje.
Mañana continuamos con una clasificación de los lugares más interesantes para estudiar.
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